Y que en el discurso Papal del domingo, nuestro Sumo Pontífice Benedicto solicite la liberación de las mujeres que tal como me ha sucedido a mí: LUCÍA ANGÉLICA FOLINO, se encuentran, ocultas en la carretera, por piratas que venden su música, sus negocios mercenarios, como el más grande de los delitos impunes del siglo tecnológico del espionaje industrial y luego me mencionan con pseudónimos para evitarse el reconocimiento moral y económico que nos adeudan histórica y contemporáneamente.
A Dios le pedimos que se haga Justicia entre los humanos. Aunque no tenga por qué ya que tenemos la libertad ética de decidir nuestros destinos.
Mis reiterados reclamos no son ajenos al culto de los obispos, monseñores y curas de Argentina y la actitud pasiva que tienen es mirar al costado.
Las Iglesias Evangélicas hacen lo mismo. Utilizan la dura crítica a una organización que sigue comiendo del poder político y se hace eco de las farfullerías de la prensa y su imundicia mentirosa.
Los rabinos judíos aprovechan el beneficio de la sabiduría de las "negras" para proclamarse clase elegida.
No es justo que si a uno de los milmillonarios despreciables que quieren dominar el Universo ( proyecto Blue Beam) se les ocurre hablar de una nena muerta por descuido de los padres, el mundo entero tenga que escuchar la misma historia cuando en el planeta reinan la injusticia, el horror, la infamia, el hambre
Esperemos que baje la bendición de la verdad como alivio para los desclasados por el sistema. No pertenecer tiene sus privilegios. Somos los buenos, laboriosos y hasta hace poco silenciosos que soportan el destino borreguil que nos impusieron los malvados agobiados por la perversidad del poder.
Lo pedimos porque nuestra religiosidad es mucho más fuerte de las que algunos que ostentan blasones sienten, y en Dios y en Jesús confiamos. Y confiamos en Buda, en el Dalai, en los dioses mitológicos, en la Pacha Mama y en todos los líderes de las religiones que predican el BIEN COMÚN Y EL AMOR COMO MODO DE VIDA.
FELICES PASCUAS.
ESPERAMOS LA RESURRECCIÓN - no de la carne sino del Verbo-
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