domingo, 6 de abril de 2008

Se volvió a equivocar la paloma.

A todos los comentaristas gracias por apoyar el debate sobre lo que no puede hablarse en la prensa libre.

Como todo el mundo que entre a estos blogs casi privados sabe estoy en la lista negra, y siempre ha sido por orden de los gobiernos conspirativos. Los que alientan el endeudamiento, la pobreza y la corrupción.
Por eso la señora Folino no puede figurar con nombre y apellido.
Soy peligrosa. Explico cosas y predigo comportamientos que luego se cumplen.
Se cansaron de llamarme bruja, loca o esquizoide y pedirme que tome las pastillitas. Se burlaron con descaro. No me atienderon. En fin. Han sido tan perversos por orden de este clan Fernández que hoy por hoy nadie ignora que si en lugar de Kristina estuviera Néstor mi actitud sería la misma. No estoy contra ella por su frivolidad, que es mucha, ni porque nadie vio su título de abogada, lo que es por lo menos sospechoso, sino porque no sabe donde debe ir, y no considero que deba andar diciéndoselo yo desde un blog y gratis.

Si pagan fortunas por asesores inútiles que se hagan cargo de sus errores, que los llevarán al fracaso.
Sin embargo, como bien dicen los jóvenes, la idea no es gobernar sino salvarse durante el tiempo que duren y robar lo más posible.
Eso piensan los chicos que es la Política. No creen. Se abren y dejan el campo libre a los ladrones.


Dice el solícito eternauta, que me pregunto quien será y por qué defiende tanto al gobierno (pero supongo que su buena tajada se llevará) que
"hay excepciones veo con que son en su mayoría hombres los que defienden a CFK. Las mujeres por cierto, seres etereos y sensibles, se crispan con solo nombrarla, sus argumentos para defenestrar a La presidenta elegida por el voto popular (45% y en primera vuelta) es criticada por sus carteras, zapatos, botox, pestañas, etc."




No se trata de eso.
En la afirmación del 45 % hay un error grosero. Si hablamos de la verdad debe decir el 44,7 % y si hubiera habido un partido homogéneo en la oposición, en segunda vuelta el gobierno habría perdido las elecciones. No. No lo esperaban. Se llevaron un susto. La diferencia con tener un 44,7 y no un 39,9 se debió a un pacto con el macrismo que fue con candidato presidencial en blanco. Un horror con el que se engañó a las mayorías que no tienen la suficiente educación cívica para entender las componendas y estrategias. Eso sin contar con la mezquina actitud de enfrentar en el Gran Buenos Aires a peronistas que llevaban el mismo sello K en la frente. Mucha pobre gente creía que defender a uno u otro era lo correcto, porque "ellos nunca conocerían al gobernador y menos al Presidente". Su situación social y educacional les impidió ver el bosque por andar mirando al árbol.
Lo que ocurre es que las mujeres somos las primeras que advertimos los signos negativos de la economía. Intuimos más allá.
No jugamos ajedrez porque nos aburre. A diferencia de los varones tenemos una visión a futuro más clara. Será porque somos madres y eso nos permite proyectar en el momento de nacer nuestros hijos que los veremos logrando un título universitario o pensar que con ellos vendrán nuestros nietos a pedirnos cuentas y cuentos.
Por otra parte no toleramos la mentira.
Si algo tiene este -y para ser sincera todos los anteriores gobiernos también-- clan es la obsesión por mentirle a la población.
Reservas Federales: NO HAY.
Caso Betancourt: NO HAY CASO.
Asunto lista negra: DE ESO NO SE HABLA.
Debate sobre la distribución de la riqueza : ¿Dónde nos dejan?


Nadie quiere una presidenta en batón, despeinada (te faltó decir gorda y hacías bingo, para demostrar tu estupidez crónica) pero todos queremos un o una presidente eficiente y transparente. No pedimos héroes ni genios. Sino que cumplan su función con honestidad moral e intelectual.


Si van a generar empleos que empiecen por cambiar la ley de flexibilidad, acortar las jornadas de trabajo e invertir en obras públicas el dinero que se roba la patota.

No voy a ser tolerante con una persona que no lo fue conmigo. Que me impidió, a través de los ministros de su marido, hoy suyos, el acceso a la prensa y me desterró al ostracismo político.

Ahora, sé que este sitio es escaso para declarar mi inconformidad pero haré oídos sordos a los crápulas que se alojan al lado del poder para vivir de los esfuerzos ajenos.

Yo no odiaré a nadie y menos a un personaje anónimo que me provoca risa.
No me mandes al toro, eternauta, porque tengo muy claro lo que digo y los motivos para estar furiosa con esta atractiva, muy inteligente, refinada y no sé qué más señora que nos gobierna. Por otra parte, como nunca me has visto ni tratado personalmente, no podrías afirmar que no tenga yo las mismas o mejores cualidades.

Saludos.

Lu

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